Renuncia Carlos Molina

Estimados componentes del Grupo de Trabajo de Cuidados Críticos Cardiovasculares (GTCCC) de la AEEC, me pongo en contacto con vosotros con objeto de comunicaros mi renuncia comovocal. El motivo que me lleva a tomar esta meditada decisión es la imposibilidad de compatibilizar mis tareas como vocal, con mi situación actual tanto a nivel personal como profesional.

Hasta este momento he intentado cumplir con los compromisos que conlleva el cargo de vocal,pero dada la situación anteriormente explicada, desde la más inmensa responsabilidad y después de meditar esta decisión, os comunico mi renuncia, invitando a que alguno de vosotros tome el relevo.

Mi paso por la AEEC como miembro de la junta directiva se remonta al año 2011 cuando empecé a coordinar la vocalía de Imagen Cardíaca y Pruebas no Invasivas. Os bien aseguro que es una experiencia que ha merecido muchísimo la pena, suponiendo un gran enriquecimiento profesional y personal. Estar al cargo de una vocalía es una acto de gran responsabilidad que lógicamente va asociado a la inversión de bastante tiempo personal, pero a su vez te brinda muchas oportunidades para crecer científicamente, rodeado siempre de profesionales expertos en la materia, pudiendo compartir conocimientos, experiencias, inquietudes, etc.

Pese a mi renuncia en el cargo, informaros que el proyecto del manual de cuidados críticos cardiológicos sigue adelante, con algo más de lentitud de lo previsto pero avanzando para que el próximo año 2019 pueda estar acabado.
Por último, me gustaría haceros saber que podéis contar con mi plena colaboración para ayudar al futuro candidato de la vocalía a tomar el relevo así como para organizar las acciones que crea conveniente llevar a cabo durante su mandato, ya sean formativas, de investigación, etc.

Os espero en la próxima reunión del grupo de trabajo que realizaremos durante el transcurso del congreso en Vigo, animando a que alguno de vosotros podáis presentaros como nuevo vocal del GTCCC en funciones.

Sin más, recibid un fuerte abrazo.

Carlos Santos Molina Razón